SIERVO DE JEHOVÁ

(A) Aquel que reconoce a Jehová como su Dios y que cumple fielmente Su voluntad, como Abraham (Sal. 105:6); Moisés (v. 6); David (132:10); Isaías (Is. 20:3).

(B) El Siervo de Jehová es el tema de los caps. 40 a 66 de Isaías (cfr. especialmente Is. 42:1-7; 49:1-6; 50:4-9; 52:13-53:12).

Sobre ello, el profeta tiene una doble visión:

(I) Israel, en tanto que pueblo elegido, es el siervo elegido por Jehová para glorificarle entre las naciones (Is. 44:1-2, 21; 45:4; 48:20; 49:3); pero la profecía anuncia que Israel sería infiel y que caería bajo los juicios de Dios. Por esta razón:

(II) el Mesías será el verdadero servidor de Jehová; aportará la luz y la salvación no sólo a Israel, sino también a las más lejanas naciones (Is. 49:5-7; 52:13-53:12). Los Targumes mismos asimilan el Siervo sufriente de Is. 15:53 al Mesías. Este siervo, sin pecado, se identifica con Israel para representarlo ante Dios. Como sustituto de los pecadores, y habiendo sido golpeado en lugar de ellos, los justificará plenamente (cfr. en particular Is. 53:4, 5, 6, 8, 10, 11, 12). Para llevar a cabo una obra tal, el Siervo de Jehová debe participar de la naturaleza divina (Jer. 23:5-6; Zac. 3:8-10). (Véase ISAÍAS).

Para un examen más a fondo de este tema, se recomienda la siguiente bibliografía.


Bibliografía:

Archer, G.: «Isaías», en Comentario Moody del Antiguo Testamento (Ed. Portavoz Grand Rapids, 1993);

Kinder, D.: «Isaías», en Nuevo Comentario Bíblico (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, 1977);

Martin, A.: «Isaías, la Salvación del Señor» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1979).